Escapista




Fabiola dice que cada vez que entra en "cierto estado de comodidad" se ve obligada a hacer una transformación intencionada, necesita hacer algo para no volverse cuadrada, floja, aguada. Ahora ella y Carla viven juntas en un lindo departamento en el centro, se mudó con ella para estar cerca de eso que ambas llaman la familia. 

Con cierta violencia ha preguntado ¿Por qué se aferra el viejo a ese lugar? Y el único filósofo en la habitación ha respondido que precisamente ese lugar podría ser una comunidad de primer mundo, pero que de cualquier forma es una mierda, porque ¡la gente allí es una mala mierda!

Entonces pienso en mí, y descubro el arraigo que tengo a la vieja casona y los vecinos de mierda que me acompañan a través del tiempo, de su historia y la mella que sin querer han causado sus sonidos en mi rutina de escapista social.



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