Metáfora católica.

Un hueco, una carencia.
No hay respuesta… no hay respuesta.
Basta… "eso debí haber pensado antes de haber nacido…" irónico.
Hummel Concertante hecho bossa-nova, increíble.

En casa no pasa el tiempo
El tiempo pasa…
La vida pasa, ligera.
¿Hasta que punto se detendrá? ¿Hasta que punto se detendrá para mi?

Después de mi muerte el mundo no se detendrá. La vida seguirá henchida de sí y la muerte hará su contratiempo. En mi, no habrá más música, no habrá más color, se perderá la forma y un aroma será la peste, no habrá más aliento.

Jesee propone la guerra.
La lucha.
Los beneficios se acaban.
La vida no parecía tan miserable.

Creo en mí, en mi sonido, en mis ojos, en mi movimiento y en mi muerte, en este momento y en las telarañas de mi memoria.

Mí, mío mía míos… Tú, tuya tuyo tuyos… yo, tú él nosotros ustedes ellos…

Uno, ninguno, cien mil…

No es tan descabellada la imagen esa de quien llora chorros de sangre, es tan solo, como tantas cosas en la vida, una metáfora de sí misma, una metáfora, permítaseme decir: Católica.