Atardecer en el salón verde

ATARDECER / LOBBY 
[Dos personajes -hombre y mujer- entran por la puerta principal de una amplia habitación. Colocan los abrigos en el perchero junto a la puerta y se sientan en los dos únicos sillones individuales a la mitad del salón, enfrentando un balcon entreabierto. Dos burós, uno de cada lado, una mesita de centro y un reloj de pared son todo el mobiliario]

MUJER
-Qué agradable cuando los espacios son espaciosos y los techos tan altos.

HOMBRE
-Si, indudablemente.

[El anfitrión prepara té para él y su acompañante]
[Por el balcón puede verse a través de las cortinas -que suavemente son movidas por el viento- el final del atardecer, más azul que naranja][Sonido del agua caliente llenando la tetera][Vapor de agua]

HOMBRE
[Él sirve las tasas]
-Justo el tiempo necesario para que repose en el agua.

MUJER
-Está bien si se deja un poco más, amarga, pero el té verde es muy saludable. ¡Qué calor hacía esta tarde! esto ya no parece invierno, tendremos que esperar hasta enero para poder sentir un frío verdadero.

[Ambos esperan sentados en los sillones. El voltaje variable de la luz recién encendida, hace que la lampara del techo parezca latir cual músculo cardiaco. El silencio alrededor y el crujir constante del reloj de pared incrementan la sensación. El verde del papel tapiz sobre los muros da a toda la habitación el aire de una época ya extinta, de cierto tiempo más orgánico, más pacífico.

A la distancia comienzan a escucharse unas voces, estas charlan de manera cotidiana, casi falsa. Coincidencias de los vecinos que se encuentran a la salida o entrada del hotel.  

Sobre un buró justo al costado izquierdo de uno de los sillones, un jaguar de madera mira perpetuamente hacia el techo, apuntando los ojos a la lampara de cristal rojo. La luz que lo baña deja ver su cuerpo moteado con tinta china. El hocico entreabierto del animal lo hace simular sed]

MUJER
-Necesito un vaso con agua para beber, por favor. Fresca, de ser posible.
[El hombre se levanta y desaparece por otra de las puertas]  [Comienza a escucharse una variante de la Rapsodia en Azul de George Gershwin][Él vuelve con el vaso de agua]

HOMBRE
-¿Fue el gato verdad? quien le provocó la sed.

MUJER
-No, fue el calor de esta tarde. ¿A qué hora llegará Martha?

HOMBRE
-Parece que no llegará. El sol se ha puesto ya.

MUJER
-Siempre llega a tiempo, bueno, casi siempre. De cualquier forma no la necesitamos ahora.

HOMBRE
-En efecto. Nos han abandonado aquí, literalmente. Ojalá algo más interesante se le hubiera ocurrido.

MUJER
-Y ojalá no dependiéramos de nadie, con tal de hacer de nuestra voluntad.

HOMBRE
-Al menos tenemos la música.

MUJER
-Y el té.

[Risas de ambos]